No quiero extrañarte. Me da bronca, porque me generas rechazo.
Y como me duele que no me extrañes. Te envidio.
Porqué cuando pasa el tiempo, en vez de quedarme con todo lo feo y la ansiedad que me generaste, me sale necesitar ese lugar de encuentro.
Unas ganas de que volver el tiempo atrás y compartir el domingo.
Unas ganas de que me quieras.
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