Hoy te pensé mucho.
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Cuando son días así se hace difícil.
De la memoria se me borran nuestras diferencias, solo recuerdo los buenos momentos y el calorcito en el pecho que me provocaba estar a tu lado.
Pensar que tan rápido pudiste conectar con otra persona y decirle te amo, cuando yo sigo intentando conocer gente pero siento el próximo amor tan lejano.
Te admiro.
Será que sos fácil de amar? Será que yo soy complicada?
No quiero entrar en definir a cada uno, lo que si se es que cuando lo nuestro se sentía bien, se sentía muy bien.
Pero bueno, son días por suerte y suelen ser los odiados domingos; horas melancólicas y de replanteos.
Mañana ya arranca la semana y se me cambia la perspectiva; me enfoco en mí y recuerdo tus cosas que no me hacían bien y lo mal que la pasé. Y sigo.
Sigo con una fuerza que me encanta y agradezco todo lo que soy, lo que fui y lo que estoy por ser. Porque del lugar lúgubre donde estuve, al lugar en donde estoy ahora, solo puedo estar orgullosa.
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Ojalá pudiera alquilar tus abrazos los domingos.
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